La mejor edad para empezar a usar retinol es entre los 25 y 30 años, cuando la piel comienza a disminuir naturalmente su producción de colágeno. Si lo usas antes sin necesitarlo, puedes irritarla; si esperas demasiado, tardarás más en ver resultados.
Lo esencial es introducirlo gradualmente, proteger tu piel del sol y elegir una concentración adecuada para tu nivel de tolerancia.
Evitar los vellos enterrados es totalmente posible: solo necesitas preparar bien la piel, usar la técnica adecuada según tu método de depilación y cuidar la zona con exfoliación e hidratación continua.
Tu piel puede verse suave, pareja y sin irritaciones si sigues estos pasos de forma constante.
El invierno puede ser una temporada desafiante para la piel seca. Las bajas temperaturas, el aire frío y la calefacción tienden a resecar la piel, lo que puede provocar que el maquillaje se vea agrietado o realce la textura. Afortunadamente, con la preparación adecuada de la piel, la elección correcta de productos y algunas técnicas específicas, es posible lograr un acabado luminoso y sin cuarteos incluso en pieles resecas durante los meses fríos. En este artículo exploraremos las causas de la resequedad invernal y brindaremos consejos prácticos –desde la rutina de cuidado matutina hasta cómo evitar que el maquillaje se cuartee– para lucir un cutis suave y radiante.
El maquillaje no es el enemigo. Los brotes suelen venir de una suma de factores: fórmula + higiene + rutina previa + herramientas + tipo de piel + retiro deficiente. La clave es detectar gatillos con método (no por intuición) y ajustar lo necesario sin renunciar a maquillarte.
El pilling aparece cuando capas de skincare y maquillaje se despegan y forman bolitas al frotar. Suele ocurrir por incompatibilidad de texturas, exceso de producto, tiempos de secado insuficientes, choque entre siliconas y geles acuosos, o por exfoliación/rehidratación pobre que deja la superficie irregular. Se evita con capas finas, orden correcto, tiempos de espera, y combinando familias de fórmulas compatibles.
Los poros no se “cierran” (no tienen músculo), pero sí pueden verse más pequeños si reduces sebo, suciedad y deshidratación, optimizas la textura de la superficie y aplicas maquillaje estratégico. La clave es combinar hábitos diarios (limpieza suave + activos correctos) con técnica de aplicación (primer puntual, capas finas, sellado inteligente).
La oxidación de la base sucede cuando la fórmula oscurece o cambia de subtono después de aplicada. La causa principal es la reacción de pigmentos (p. ej., óxidos de hierro) con el oxígeno y con tu sebo/pH, pero también influyen skincare previo, filtros solares, clima, capa de polvo y método de aplicación. La solución combina elección de tono + preparación de piel + productos y técnicas anti-oxidación.
La CDMX ofrece múltiples escenarios para vivir la magia de los fuegos artificiales en Año Nuevo: desde la energía del Zócalo y el Monumento a la Revolución hasta miradores exclusivos en terrazas y hoteles. No importa si prefieres la multitud o un plan más íntimo, lo importante es disfrutar de la tradición y comenzar el año con una explosión de luz y color.
El frío y el clima seco de la CDMX requieren rutinas de skincare enfocadas en hidratar, proteger y exfoliar con suavidad. Ajustar el uso de ácidos según tu tipo de piel es clave para mantenerla luminosa y saludable todo el invierno.
Recuerda: menos es más en esta temporada; apuesta por fórmulas nutritivas, calmantes y protectoras. Tu piel te lo agradecerá.
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Cada destino tiene su propio encanto: desde la energía electrizante de Times Square, la espiritualidad de Copacabana, el romanticismo de París, hasta las playas de Cancún o las tradiciones de Edimburgo. Lo importante es elegir el lugar que más conecte contigo y con la forma en la que quieres iniciar el nuevo año.
Ya sea rodeado de millones de personas en una gran ciudad, celebrando en la arena frente al mar o en un festival lleno de cultura, lo cierto es que el Año Nuevo es una invitación a soñar, agradecer y empezar con fuerza un nuevo capítulo.
La Navidad llega con luces, villancicos y mucho glitter… pero también con esa parte incómoda que nadie dice en voz alta: los regalos que no queremos ni ver. Entre calcetines fosforescentes, velas con aroma extraño y tazas que parecen ollas, todas hemos fingido una sonrisa mientras pensamos “¿y ahora dónde guardo esto?”. En este blog en modo chismes y brochas, te contamos los clásicos fails navideños que terminan en el cajón del olvido y que jamás superarán el glamour de un buen lipstick bajo el árbol.
